NoName 2

Género: Angst, Romance, Drama.

Extensión: 3 partes

Pareja: Soulfighter

Parte II

Jaejoong no tomó importancia cuando Changmin comenzó a llegar más tarde de lo normal a casa, después de todo, ambos estaban tan ocupados que muchas veces consideraban que no tenían una vida normal.

Tampoco se inquietó cuando se enteraba que él y Seohuyn pasaban mucho tiempo juntos, era normal, trabajaban juntos y hasta se encontraban en la misma área.

Quiso hacerse el desentendido cuando los besos de Changmin eran cada vez más fríos, culpo al estrés por ello.

Desestimó las constantes llamadas que Changmin recibía de su madre que tiempo después, muy tarde quizás, lamentó con gran frustración.

Todo fue inesperado, un mes atrás seguían siendo tan estables como el tiempo, los sentimientos y la confianza les permitían y de pronto todo se fue al carajo.

Changmin le dio la noticia que regresaría a casa, tomaría responsabilidad por su familia debido a que su padre estaba enfermo y su madre lo estaba presionando para que cumpliera como primogénito que era. Eso le dolió, pero lo comprendió, sabía desde siempre que Changmin tenía un compromiso indesligable con su familia, él sabía que ellos eran importantes en la vida de su amante, pero también pensaba que él también lo era. "Será algo momentáneo" pensó, quizás luego de que su padre se recuperara todo volvería a la normalidad, seria como tener una relación a larga distancia, solo que ellos seguirían viéndose, quizás no con la frecuencia de antes.

Fue difícil separarse de él, aunque es cierto que ya no compartían como antes, aún dormían juntos y cuando llegara a casa él lo estaría esperando o por el contrario, él esperaría por su llegada.

Antes de dejarlo ir, le juró que lo amaría siempre, que esperaría por él y que aunque las dificultades aumentaran de ahora en adelante y su relación sufriera muchas crisis, confiaría en él ciegamente y mantendría siempre la esperanza de salir victorioso juntos.

Esa noche, sin saberlo realmente, las caricias, besos y promesas supieron a despedida.

La primera semana fue realmente difícil, Changmin no se había comunicado aún con él, pero Jaejoong comprendía que la transición iba a ser difícil y bueno no es que él tuviese mucho tiempo tampoco, había recibido un ascenso y con ellos mayor responsabilidad y más carga de trabajo.

Fue un miércoles, un par de semanas después de su partida, uno que en su vida olvidaría. Compró el periódico como cualquier día pero curiosamente no le dio tiempo ni para ojearlo hasta bien entrada la tarde. Y cuando lo hizo, la vida que dolorosamente que se jactaba haber disfrutado se hizo añicos.

Changmin se había casado, según el diario "Shim Changmin hijo del prestigioso líder de la firma de abogados más famosa y respetable de Corea había contraído nupcias con la señorita Joo Seohyun el día de ayer a horas de la tarde". ¿Irónico no? Fue justo en ese momento en que al estar tan cansado de adelantar su trabajo para desocuparse el fin de semana e ir a visitar a su, según él hasta ese momento, "amante" se había quedado dormido y soñado con que Changmin le pedía disculpas y lo abrazaba fuertemente.

Decir que tuvo un shock es decir poco, los de la oficina se asustaron, quizás exagerando demasiado, pero supo guardar la compostura, con mucho esfuerzo he de decir, poniendo como excusa que el excesivo esfuerzo que había puesto en el trabajo había sido causante de su desequilibrio.

Salió temprano del trabajo y no se presentaría nuevamente hasta una semana después.

Parte de él no quería creerlo, se negaba como quien no desea despertar del mejor sueño de su vida. Necesitaba confirmarlo, quizás había sido una confusión, ellos no podían estar casados, el amor de su vida y su pequeña hermanita no podían haberle hecho eso.

Se presentó ante la residencia Shim lo más entero que pudo, trato de serenarse durante el camino y al final parece que funcionó porque una de las hermanas pequeñas que lo atendió no se percató de su malestar, que pasó de ser una persona alegre y llena de vida hasta un ser asemejaba a una maquina en un par de horas .

La jovencita, como toda una perteneciente al clan Shim educadamente le mostró su curiosidad por su inasistencia a la boda de su proclamado ante todo el mundo mejor amigo y le comunicó, también que su hermano no se encontraba en ese momento porque como debería haber sospechado, la recién casada pareja estaba de luna de miel.

Aquello terminó por destruir las traslucidas esperanzas de Jaejoong, pero haciendo uso de la filosofía que siempre practicó, por su mente pasó el "siempre digno" que su madre le inculcó y con una disculpa y la promesa de una posterior visita se retiró.

Parecía un zombi, llegó a esa conclusión luego de darse cuenta que no sabía donde se encontraba después de caminar sin rumbo por quien sabe cuánto tiempo. Se detuvo en un parque que a esas horas estaba desolado y se sentó en una de las bancas cercanas a un estanque.

Se sorprendió darse cuenta que no había derramado ninguna lagrima hasta ese momento, pero también cayó en cuenta que las lágrimas no podían expresar el dolor que llevaba por dentro, sin embargo decidió darle rienda suelta al llanto, para así no sentirse morir y quizá desfogar un poco de dolor.

No fue escandaloso, no hubieron gemidos, ni mucho menos gritos de dolor, lo único que podía vislumbrarse era el despojo de una persona derramando lagrimas infinitas, las cuales no pararon de caer hasta el amanecer del siguiente día.

Quizás para cualquier persona que supiese sobre su pesar y lo hubiese visto, diría que no amó tanto como aseguró, mas nadie hubiese inducido que el dolor que resquebrajaba su alma y corazón era tanta que no había expresión humana que pudiese manifestarla.

No comió, no bebió y no durmió por quien sabe cuanto tiempo, solo recuerda que la necesidad de agua y alimento que se hizo imperante dentro de él fue quien le hizo notar que aún seguía vivo y con la fuerza que no creyó poseer, tomó la resolución de que los bastardos esos no iban a salirse con la suya, ya que pueden haberle destrozado el alma y la vida misma, pero no les daría el gusto de que disfrutaran de ello, no a sus costillas. Les demostraría que nadie se burlaba de él, que nadie lo pisotearía y aunque quisiera hacerlos sufrir lentamente, confiaba en el castigo divino y el bienaventurado karma.

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